El decreto del estado de alarma obligó a los españoles al confinamiento en sus casas para frenar la propagación del COVID-19, el nuevo coronavirus. Desde entonces, los centros de enseñanza han intentado sacar las castañas del fuego para continuar con su formación a distancia. Esta nueva forma de enseñanza y evaluación, obliga a los docentes a verificar que el alumnado no recurra a copiar contenidos o suplantar identidades.
Transcurridos casi tres meses, la situación no ha variado de forma significativa, y los alumnos siguen realizando sus tareas e incluso examinándose de forma online. Se acerca el final del curso más atípico que recuerdo, en el que los centros educativos tuvieron que cerrar sus puertas para intentar frenar la expansión del coronavirus. Una de las consecuencias derivadas de la pandemia ha sido la confirmación de Internet como una herramienta útil para poder continuar con el curso escolar.
De cara al final del curso muchos son los docentes que se plantean la realización de exámenes online. Pero ello suscita ciertas dudas, ya que no tenemos la garantía de que no vayan a copiar. Las ‘chuletas’ nunca han estado permitidas durante las pruebas presenciales y tampoco durante las pruebas online durante la pandemia. Seguro que más de un alumno respiró tranquilo al saber que realizaría sus tareas y pruebas de forma telemática sin ningún tipo de vigilancia.
Pero los profesores nos estamos adaptando al nuevo entorno digital, poniendo en práctica una serie de tácticas para evitar que los alumnos copien. Numerosas son las tácticas empleadas para dificultar o evitar que los alumnos copien, las cuales me han resultado más efectivas y que te comento a continuación:
- Limitar el tiempo de entrega y de realización de tareas o exámenes. En mi caso he programado el envío de tareas y exámenes a través de classroom, estableciendo fecha de entrega o limitando el tiempo de realización.
- Contestar preguntas de forma oral, teniendo activados cámaras y micrófonos durante la videoconferencia. Incluso minutos antes de comenzar pedir al alumnos que la cámara ha de enfocar las manos, la mesa y la pared de enfrente de la habitación en la que estén trabajando.
- Realización de tareas prácticas o exámenes donde se les pidan a los alumnos razonar y justificar respuestas acerca de los contenidos teóricos. Minutos antes de comenzar pedir a los alumnos que la cámara ha de enfocarse la cara así como al papel, las manos y la mesa en la que estén trabajando. Se ha de escanear o fotografiar tarea o examen creando un archivo PDF que remitirán al profesor a través de plataforma educativa o correo electrónico, en un máximo de 10 minutos tras finalizar el examen.
- Otra opción para la realización de tareas y exámenes que he utilizado es la realización de tareas y pruebas tipo test con aplicación de Google Forms. A la hora de realizar los cuestionarios he utilizado diferentes tipologías de preguntas que ofrece la aplicación. Dichas preguntas no las enumero y las agrupo en diferentes secciones de forma aleatoria, de manera que los alumnos responden las cuestiones en diferente orden durante el tiempo establecido, a controlar con la instalación de complemento de Google.
- Hay otros sistemas de control como reconocimiento facial, de voz, de movimiento de los ojos, prevención del plagio en las pruebas, control de la pantalla del examen y/o control del hardware conectado al ordenador, utilizadas por universidades principalmente u otras instituciones educativas. Pero estas opciones no están disponibles ni al alcance de los docentes de primaria y secundaria por ahora, pues son de pago.
En general no hay nada infalible que garantice que el alumno realiza las tareas y exámenes online de forma individual sin ayuda y sin copiarse. Al igual que en una prueba presencial, los alumnos pueden ingeniárselas para copiar, de forma online sucede lo mismo. Por ello profesores y centros recurren a todo tipo de métodos, herramientas y recursos que están al alcance de sus posibilidades.