A pocos días de la finalización del presente curso escolar 2019 – 2020 ya se está pensando como va a ser el inicio del próximo curso. Todo indica que en función del desarrollo de la pandemia, el Ministerio de Sanidad establecerá unos criterios sanitarios que hará llegar a las diferentes Consejerías de Sanidad y al Ministerio de Educación, este a su vez hará llegar a las diferentes Consejerías de Educación.
Hasta la fecha no hay instrucciones claras. Se habla de respetar la distancia mínima de 2 m, uso de mascarillas, desinfección diaria de centros, establecer plan B ante posible escenario de vuelta al confinamiento y clases telemáticas. También se está hablando de la presencia de un sanitario en centros y de nombrar responsable COVID. A estas medidas echo en falta otras como reducir el número de alumnos por aula, establecer turnos de mañana y tarde en centros, pero todo indica que estas medidas no son posibles por falta de recursos económicos.
Con respecto al plan B del que se habla, se llevaría acabo si así lo aconsejan las autoridades sanitarias y se aprobaría en una comisión especial de las consejerías de Educación y de Salud a finales de agosto. Para el desarrollo de este plan, es fundamental aprender de la primera etapa de la pandemia y establecer criterios comunes entre docentes ante la posible vuelta a la enseñanza telemática.
A mi parecer en lo que respecta a la enseñanza telemática que ha de contemplar el plan B. El centro debe de tener información acerca de la competencia digital de alumnos y docentes, así como de los recursos que disponen en casa para continuar con las clases de forma telemática. Para obtener dicha información se podrían hacer llegar a las familiar cuestionarios donde se les pregunten acerca de qué tipo de conexión a internet disponen, nivel de competencia digital, aplicaciones de uso educativo que manejan, que dispositivos con conexión a internet disponen y si son de uso compartido en casa.
La información recibida sería de gran utilidad a la hora de desarrollar el plan B, pues en función de los datos obtenidos en cada centro podría establecer el tipo de tareas, la plataforma educativa y herramientas educativas más adecuada a trabajar con el alumnado. Y si fuera necesario se podría establecer unas sesiones formativas previas donde se trabaje uso de correo electrónico corporativo del centro, manejo básico de plataforma educativa y otras aplicaciones informáticas para uso educativo como editor texto, edición de imágenes, videoconferencias, etc.